jueves, 6 de junio de 2019

Movilización activa asistida


MOVILIZACIÓN ACTIVA ASISTIDA 

¿Qué es?  Es el conjunto de ejercicios analíticos o globales, realizados por el mismo paciente con sus propias fuerzas, de forma voluntaria o automática refleja, corregidos o ayudados por el fisioterapeuta o bien mediante sistemas instrumentados.
Esta actividad es realizada en un fin terapéutico local regional o general.


Algunos objetivos: Mantener o recuperar el tropismo muscular reforzar los movimientos articulares, conservando o recuperando al máximo su amplitud y evitar rigidez articular.

Se interviene cuando: La función en este tipo de intervención es desgravitar el segmento inmovilizado por el paciente y para ello suspenderemos el segmento bien mecánicamente (con la diferente instrumentación) bien manualmente. La cinesiterapia activa asistida manual se realiza con ayuda del fisioterapeuta. La fuerza que imprime la ayuda debe ser mayor al comienzo del movimiento para vencer la inercia inicial y al final para poder completar la amplitud articular. 

Es la forma más precisa pues se valora en todo momento la asistencia requerida y vigila la acción de los músculos. Solicitar la participación del sujeto; esto permite obtener su relajación y su adhesión al acto terapéutico. Facilita la reactivación de los bucles sensorio motrices implicados en la imagen motor del movimiento. Por otra parte, el hecho de aconsejarle al paciente ir en el sentido de la técnica facilita el relajamiento e inhibe las reacciones de defensa.

Movilización activa



La movilización activa la podemos definir como: "Una serie de ejercicios programados destinados a mover todas las articulaciones del cuerpo de forma activa, realizando con la mayor amplitud posible, favoreciendo el reconocimiento del propio cuerpo y su relación con el espacio y tiempo”.

Practicando esta actividad de forma regular, el enfermo irá tomando conciencia de su propio cuerpo y de los movimientos que es capaz de realizar con cada segmento corporal. Además, repitiendo la misma tabla de forma rutinaria, siempre en el mismo orden, podemos conseguir que el enfermo llegue a aprender los ejercicios y los realice de forma automática. Así, tendrá la sensación de ser capaz de ejecutar con éxito la actividad con cierta independencia, aportándole seguridad en sí mismo y aumentando su autoestima. Cuando hayamos conseguido esto, podremos cambiar algunos ejercicios y tratar de que los memorice. Empezaremos por ejercicios sencillos en series de diez en diez e iremos aumentando el número de repeticiones.




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